El cáncer colorrectal es aquel que se inicia al colon o recto. Se trata del cuarto cáncer en orden de frecuencia en el hombre después de los de piel, próstata o pulmón. Ocupa también la misma posición en orden de frecuencia en la mujer, después de los de piel, mama y pulmón.
El riesgo de cáncer aumenta con la edad, siendo del 0,87% a los 50 años y del 5,8% a los 80 años.
Como los otros cánceres del tubo digestivo se disemina por vía linfática, hemática o por contigüidad a órganos vecinos como la vejiga, la pared abdominal o la vagina, entre otros.
En cuanto a los síntomas, en sus fases iniciales el cáncer colorrectal es asintomático y si se descubre en este estadio se encuentra de forma casual en una colonoscopia realizada para el estudio de otra patología o como screening de cáncer colorrectal por edad o antecedentes familiares.
En fases más avanzadas aparece sintomatología de anemia crónica, debilidad o pérdida de peso. En los cánceres situados en el colon izquierdo es más frecuente la sintomatología obstructiva con alteración del hábito intestinal y a veces rectorragias (salida de sangre roja por ano acompañante o no a las heces).
Los situados en el recto dan una sensación de evacuación incompleta, sangre roja y/o moco en las deposiciones.
El tratamiento del cáncer de recto pasa para hacer quimiorradioterapia previo a la intervención si se demuestra que el tumor sobrepasa la pared del recto o la presencia de ganglios afectados.