Los embarazos de alto riesgo precisan un seguimiento exhaustivo durante todo el tiempo de la gestación, tanto médico como analítico y ecográfico. En algunos casos requieren la colaboración de otros especialistas como endocrinólogos, cardiólogos, intensivistas, etc.
En cuanto a las analíticas y otras exploraciones complementarias iniciales serán básicamente las mismas que el control de un embarazo de bajo riesgo. Fuera de esta línea, pediremos aquellas pruebas que nos ayuden a controlar la patología propia de cada paciente (electrocardiograma, ecocardiografía en patología cardíaca, marcadores serológicos en infecciones virales, etc.).
Las ecografías, en este tipo de gestaciones, son más frecuentes y en muchos casos se acompañan de exploraciones específicas como es el caso del estudio Doppler, que permite evaluar el riego sanguíneo de los vasos fetales y placentarios.
Últimamente se ha incorporado la ecografía 4D que permite visualizar, en tiempo real, la morfología fetal en tres dimensiones, aportando gran información en el caso de algunas malformaciones fetales.